Caspar Bartholin (el viejo) (1585-1629)

Los cambios importantes que sufrió la anatomía en el Renacimiento no pueden reducirse de ninguna manera a la figura de Vesalio. Fueron muchos nombres los que intervinieron en una larga trayectoria que se inició en Italia en el periodo bajomedieval y culminó con los anatomistas ilustrados. Todos ellos podrían incluirse en lo que llamamos “programa vesaliano”.

El núcleo del cultivo de la nueva anatomía a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI siguió siendo Italia, pero los cambios se propagaron también a diversas universidades europeas; en unas más que en otras. Los anatomistas de este periodo ampliaron la descripción del cuerpo humano, corrigieron detalles, e iniciaron también estudios de tipo comparado, embriológico y estructural. En este marco puede situarse la labor de Caspar Bartholin, el primero de los miembros de una familia que se dedicó durante tres generaciones al cultivo de la anatomía.

Nació en Malmö, Dinamarca (ahora Suecia) el 12 de febrero de 1585. Hijo de Bertel Jespersen, capellán de la corte, y de Ane Rasmusdotter Tinckel, hija de un clérigo de Skåne, a los tres años años fue enviado a la escuela de gramática. A los once dominaba el latín y el griego. En 1603 se matriculó en la Universidad de Copenhague. Al año siguiente marchó a Wittemberg, donde estuvo tres años estudiando teología y filosofía. Obtuvo un título de “maestro en filosofía y artes” con la tesis Exercitatio physica de natura.

En 1606 viajó por Alemania, Holanda, Francia e Inglaterra encontrándose con profesores de varias universidades. En la Universidad de Leiden comenzó a estudiar medicina, pero sin abandonar la teología. Regresó a Wittemberg y en 1606 publicó Exercitatio de stellis, que se reeditó siete veces con correcciones y añadidos, como Astrología sive de stellarum naturae, emendiator et auctior.

En 1607 fue a Basilea donde aprendió y trabajó con Felix Platter (1536-1614), autor de un excelente tratado de anatomía que realizó trescientas disecciones en el antifeatro de la ciudad; con Gaspard Bauhin (1560-1624), destacado botánico y ordenador de la terminología anatómica de la época; y con Jakob Zwinger, hijo del conocido traductor y comentador de la obra de Galeno, Theodor Zwinger. Mientras tanto se le ofreció el título de doctor en medicina, pero lo rechazó.

Entre los años 1608 y 1610 estuvo en Italia. En Padua estudió anatomía y realizó disecciones con Fabricius Aquapendente (1533-1619) y Giulio Casserio (1561-1616). El primero de ellos fue discípulo y sucesor de Falopio, cultivó la anatomía, la embriología, la cirugía, y fue el iniciador de de la fisiología moderna del movimiento local. El segundo, Casserio estudió la miología, el sistema fonador y el oído. En Nápoles ayudó a preparar los grabados para los trabajos de Casserío sobre los órganos de los sentidos, Pentaesthesicon (1609). Fue así construyendo las bases de su manual Anatomicae instituciones corporis humani (1611), texto que le dio gran popularidad. Paralelamente publicó libros sobre ética, física y filosofía.

Durante una visita a Basilea en 1610 obtuvo el doctorado tras defender su Paradoxa CCXL pathologica, simiotica, diaetetica. Cuando regresó a Dinamarca en 1611 fue contratado como profesor  de elocuencia en la Universidad de Copenhague.

Se casó con Anna Fincke, hija del profesor de medicina Thomas Fincke, estrechando así su vinculación con la Universidad. Llegó a ser profesor de medicina en 1613, inauguró su curso con una lección sobre el uso de la filosofía en medicina. Durante los diez años siguientes fue un escritor prolífico y conferenciante de temas médicos, físicos y religiosos. Sin embargo, a pesar de su extraordinaria formación, no llegó a hacer disecciones en Copenhague. En 1622 su salud se vio muy mermada por piedras en el riñón y por reumatismo. Se retiró en Carlsbad.

Prometió continuar sus estudios teológicos y en 1624 aceptó una plaza de profesor de teología en la Universidad de Copenhague. Publicó varios trabajos al respecto: De natura theologiae (1627), De auctoritate Sacrae Scripturae (1627), Benedictio Aharonis (1628) y Sistema physicum (1628).

Fue decano en dos ocasiones. Como hemos dicho, su hijo Thomas también fue un gran anatómico, igual que su nieto, llamado Caspar Bartholin, que es el que presta su nombre a las glándulas que se denominan con su epónimo.

La reputación de Bartholin no se debe a su originalidad sino a haber sido un profesor extraordinario. Como un aristotélico convencido trató de clarificar los aspectos esenciales de las teorías de su época eliminando muchos elementos superfluos. Como teólogo, a lo largo de su vida se comportó de forma piadosa dentro de la ortodoxia luterana.

Su obra anatómica Instituciones se reimprimió cinco veces y llegó a tener más impacto cuando su hijo Thomas le añadió ilustraciones (Novis recentiorum opinionibus (1641). A las cuatro secciones dedicadas al abdomen, tórax, cabeza y extremidades añadió cuatro textos consagrados a los vasos sanguíneos, nervios y esqueleto. Fue el primer manual en el que se describen los nervios olfatorios, encontrados por Casserio, como el primer par de nervios craneales. A las cápsulas suprarrenales que Eustachius descubrió las llamó capsulae atrabiliares, creyendo que eran la fuente de la bilis negra. En 1628 publicó un excelente libro para sus hijos que tituló De Studio medico.

En 1629 fue a visitar a sus hijos que se habían trasladado a Sorǿ huyendo de la peste que azotaba la ciudad. Murió allí por fallo renal en casa de su amigo el botánico J. Burser (1583-1639) el 13 de julio de 1629. 

José L. Fresquet, Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (Universidad de Valencia-CSIC), Febrero, 2006.

Bibliografía

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