François Xavier Bichat (1771-1802)
Nació Bichat en Thoirette-en-Bresse en 1771. Comenzó sus estudios de medicina en Lyon junto a Antoine Petit, estudios que tuvo que proseguir en París tras los sangrientos acontecimientos de 1793. En la capital buscó el magisterio de Desault en el Hôtel Dieu. Allí pasaba visita a algunos de sus enfermos privados, preparaba la parte histórica de las lecciones de su maestro, disecaba cadáveres, etc. Muerto éste en 1795, cuando Bichat tenía 24 años, se encargó de publicar su obra dispersa. En 1897 abrió en la calle "du Foin" su primer curso de anatomía en el que tenían cabida una serie de novedades: disecciones acompañadas de vivisecciones, demostraciones operatorias, complementos fisiológicos y noticias sobre los resultados de sus trabajos de investigación.
Pronto fue sustituyendo su vocación de cirujano por la de anatomista y reduciendo también sus horas dedicadas al ejercicio clínico. Comenzó a publicar sus primeros trabajos cuyos títulos son ya muy expresivos: Disetation sur les membranes et sur leurs rapports généraux d'organisation, Traité des membranes en général et des diverses membranes en particulier (1800), Recherches physiologiques sur la vie et la mort... En 1800, Bichat ya era médico del Hôtel Dieu y estaba redactando el texto de la Anatomie générale appliquée à la physiologie et à la médecine (1801) Trabajaba sin descanso llevando a cabo un gran número de disecciones, autopsias anatomopatológicas, experimentos de laboratorio, discusiones en la Société d'Êmulation, así como impartiendo lecciones teóricas. Se dice que en un solo invierno llegó a diseccionar seiscientos cadáveres.
Entre 1801 a 1802, con la salud muy quebrada, impartió un curso de anatomía patológica que tenía pensado publicar, pero que ya no pudo redactar (lo hizo más tarde Beclard). Un accidente sufrido en las escaleras del Hôtel Dieu aceleraron su dolencia, de la que ya no se recuperó; murió en julio de 1802.
De sus obras se deduce que para Bichat la ciencia natural consiste en establecer una relación entre los fenómenos visibles con sus causas, las "propiedades físicas, o vitales", pero para él el anatomista y el fisiólogo no deben medir como el físico o el astónomo, sino observar, experimentar, analizar y describir. Parace que el método analítico lo aprendió de la Nosographie philosophique de Pinel.
Para Bichat era importante encontrar "realidades simples", como en química son los cuerpos simples, en las estructurtas enfermas. Se trataba de buscar "tejidos" (formaciones anatómicas irreductibles a otras más elementales y de naturaleza constante). Para ello disecaba con cuidado los órganos y sistemas compuestos, hasta obtener fragmentos sensorialmente homogéneos; los sometía después a ensayos de tipo experimental como la desecación, putrefacción, ebullición, maceración, adición de sustancias ácidas y básicas, comparaba resultados, etc.
Las características de los tejidos simples son para Bichat: la forma en que suelen presentarse, su organización o constitución interna (dureza, color, densidad, elasticidad). Por su desarrollo embriológico (tema que desarrolló muy poco), y por sus propiedades del tejido o "vitales". Respecto a estas últimas, las del tejido, dependerían de su organización material (extensibilidad a la tracción y retractibilidad espontánea). Las vitales serían la expresión de la diferencia de la "fuerza vital" del individuo que adopta en cada tejido. Por tanto, el tejido es para Bichat tanto unidad morfológica como fisiológica.
ParaBichat los órganos serían combinaciones de tejidos elementales distintos que, al combinarse sus actividades vitales, darían como resultado su función propia.
En el esquema lainiano de las tres mentalidades (anatomoclínica, fisiopatológica y etiológica) en las que descansa la estructura de la patología y la clínica contemporáneas, podemos afirmar que el programa anatomoclínico fue formulado por Bichat en 1801, cuando afirmó que la medicina alcanzaría rigurosidad científica cuando se estableciera una relación cierta entre la observación clínica de los enfermos y las lesiones anatómicas que la autopsia descubre después de la muerte. Si con anterioridad la lesión se subordinó al síntoma, incluso en la obra de Morgagni, a partir de ahora será al revés.
A pesar de la temprana muerte de Bichat, su obra se difundió con rapidez. La noción de tejido fue aceptada y hoy podemos afirmar que la histología ha llegado a ser una disciplina primordial en el seno de la medicina contemporánea.
Entre las estructuras que llevan su nombre hemos encontrado las siguientes:
"Cisura o hendedura cerebral de Bichat" (fissura transversa cerebri): surco profundo, impar, en forma de herradura cóncava hacia delante, situada en la base del cerebro, por el cual penetra la piamadre para formar la tela coroidea y los plexos coroideos. Su parte media está por debajo del rodete del cuerpo calloso y sus porciones laterales separan, a cada lado, la circunvolución del hipocampo del péndulo cerebral y del cerebro intermedio. "Conducto de Bichat" o conducto aracnoideo: pasaje situado debajo del aracnoides para las venas de Galeno. "Ligamento de Bichat": fascículo inferior del estrato superficial de los ligamentos sacroilíacos posteriores. "Membrana o túnica de Bichat": túnica íntima de los vasos.
José L. Fresquet. Profesor titular. Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (Universidad de Valencia - CSIC) . Agosto, 2000.
Bibliografía
—-Laín Entralgo, P. (1946), Clásicos de la medicina: Bichat. Madrid, Ediciones el Centauro.
—-Laín Entralgo, P. (1963), Historia de la Medicina moderna y contemporánea, 2ª ed., Madrid, Ed. Científico-médica.
—-Laín Entralgo, P. (1978), Historia de la Medicina, Barcelona, Salvat.
—-López Piñero, J.M. (1989), Lecciones de Historia de la Medicina, Valencia, Instituto de Estudios Documentales e Históricos sobre la Ciencia.
—-Marco Cuéllar, R. (1973), La histología y citología, En: Historia Universal de la Medicina, Barcelona, Salvat, vol. 5, pp. 205-219.