Julián Calleja (1836-1913)
Como señala López Piñero, el saber anatómico en España experimentó un cambio profundo hacia 1868, elevándose su nivel gracias a la maduración del esfuerzo de los anatomistas de la época isabelina y a las circunstancias especiales en las que se desarrolló la actividad científica española de los años consecutivos a la Revolución de septiembre.
Julián Calleja nació en Madrid en 1836. Estudió medicina en la Universidad Central; desde el principio se sintió interesado por la anatomía. Le influyeron Rafael Martínez Molina y, de forma especial, Juan Fourquet. Eran éstos representantes de un grupo que trató de recuperar los hábitos clásicos de trabajo en la sala de disección e introdujeron las técnicas más recientes como las microscópicas. En 1856, cuando estudiaba tercer curso, obtuvo la plaza de alumno interno o de "ayudante disector" por oposición, y en 1860 el grado de doctor. Dos años más tarde opositó a cátedra de anatomía y consiguió la plaza de la Universidad de Granada, aunque no llegó nunca a ocuparla al ser trasladado a la Universidad de Valladolid, donde permaneció hasta 1871. Tras el fallecimiento de Juan Castelló y Tagell se presentó a unas sonadas oposiciones a la cátedra vacante de Madrid, en las que tuvo que competir con Maestre de San Juan. Por tanto, desde 1871 hasta su jubilación, permaneció en este puesto en la capital de España.
Como señala López Piñero, en la biografía científica de Calleja pueden distinguirse dos etapas. En la primera aprovechó la oportunidad de publicar en el siglo XIX un texto anatómico que no fuera una traducción o adaptación de alguna obra extranjera como era entonces habitual. Su Tratado de Anatomía comenzó a editarse durante su estancia en Valladolid, en 1869, y en 1877, apareció el cuarto volumen, último de una obra que no llegó a concluirse. El libro recoge las aportanciones de Fourquet y cuenta con una serie de aportaciones singulares. Es, por ejemplo, una contribución a la depuración de la terminología anatómica castellana, en la linea que inició el valenciano Lorenzo Boscasa, autor del Tratado de Anatomía (1844), quizás el texto más importante de la materia durante la primera mitad del siglo XIX en España. Calleja introduce asimismo amplios resúmenes de morfología comparada que se apoyan en los supuestos idealistas de Henri Milne Edwards y de Georges Cuvier, entre otros. Hasta entonces la enseñanza de la disciplina en nuestro país se realizaba con compendios modestos traducidos o adaptados de obras generalmente francesas.
La segunda etapa de la biografía de Calleja comenzó en 1877, cuando optó por la gestión universitaria y también por la política. En realidad nunca fue un profesor consagrado a la enseñanza y a la investigación. Ese año fue nombrado decano y senador. Mientras ocupó el cargo de decano (aproximadamente un cuarto de siglo) mejoraron las instalaciones y medios materiales para el desarrollo de las ciencias morfológicas. También fue consejero de Instrucción Pública; director general de Instrucción Pública (1886-1887), etapa en la que fue responsable de que la histología pasara del doctorado a ser asignatura del primer ciclo de la licenciatura; vicepresidente del Real Consejo de Sanidad desde 1895 a 1903; consejero de Sanidad; director del Hospital de Epilépticos desde su fundación en 1896; y presidente del Colegio de Medicos de Madrid. También fue académico de las Reales Academias de Medicina desde 1876, y de la de Ciencias desde 1892; llegó a presidir ambas. Durante este periodo publicó cuatro ediciones de un compendio de anatomía (Nuevo Compendio de Anatomía) que recogía materiales del Tratado que hemos mencionado anteriormente, junto con los procedentes de obras extranjeras. No obstante, dio cabida a las aportaciones de algunos morfólogos españoles, como las de Federico Olóriz, quien se encargó de redactar los capítulos correspondientes a la anatomía comparada y la embriología.
Hay que señalar que Calleja se convirtió con el tiempo en un verdadero "cacique" de la enseñanza de la anatomía en España. Prácticamente no había oposición de la que no formara parte del tribunal, proponiendo para los puestos a personas muy vinculadas a él. En este sentido no fue el primero ni el último en adoptar este tipo de posturas. Una de sus víctimas fue precisamente Santiago Ramón y Cajal que no aprobó ninguna oposición a cátedra hasta que éste no estuvo en el tribunal. Fue el caso de la plaza a catedrático de anatomía de la Universidad de Valencia. Más tarde, sin embargo, cuando Cajal obtuvo la cátedra de Madrid, lo apoyó para el cargo de Decano.
El nombre de isla o islote de Calleja hace referencia a las acumulaciones definidas de células piramidales y polimórficas o estrelladas que se encuentran en la circunvolución del hipocampo.
José L. Fresquet. Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (Universidad de Valencia - CSIC). Julio de 2000.
Bibliografía
—Alcalá Santaella, R. (1929), Compendio de Historia de la Anatomía, Madrid, Javier Morata editor.
—Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana (1911), Madrid, Espasa Calpe, vol 10, pp.1001-1002.
—López Piñero, J.M. (1983), Julián Calleja Sánchez, En: Diccionario de la Ciencia Moderna en España, vol. 1., pp. 159-160.
—López Piñero, J.M. (1971), La contribución de las generaciones intermedias al saber anatómico de la España del siglo XIX, Asclepio, 23, 95-130.