Rafael Mollá Rodrigo (1862-1930)

 

No cabe la menor duda de que la especialidad urológica en Valencia se constituyó en torno a la figura de Rafael Mollá Rodrigo donde dejó un buen número de discípulos, entre ellos su hijo Víctor Manuel Mollá Fambuena (1901-1972). A partir de 1911 se estableció en Madrid contribuyendo de igual forma a impulsar el desarrollo de la nueva especialidad en la capital y en todo el país.

Rafael Mollá Rodrigo nació en Vinalesa (Valencia) el 24 de octubre de 1862. Estudió el bachillerato en el Instituto de Valencia y obtuvo el grado en junio de 1882 con la calificación de sobresaliente [1]. Ingresó después en la Facultad de Medicina donde obtuvo la licenciatura en 1888 con premio extraordinario por su trabajo Deducciones quirúrgicas de la región supraclavicular. Se formó durante la etapa más brillante de la corriente experimentalista que se suele conocer como “Edad de plata de la Medicina valenciana”.

Rafael Mollá Rodrigo

En 1889 ganó una plaza (el número uno) del Cuerpo de Sanidad Militar. Fue destinado al Hospital Militar de Madrid como médico segundo, puesto que ocupó hasta el mes de octubre. Mientras estuvo en la capital recibió enseñanzas de Enrique Suender y Rodríguez (1829-1897) y de Alfredo Rodríguez Viforcos (1854-1903). También estableció contacto con los cirujanos Rubio, Ribera, Isla, Cervera y otros, asistiendo a sus intervenciones hasta mediados de 1892 [2].

Se doctoró en la Universidad Central, de Madrid, en 1890 con la tesis Tallas y litotricias (Juicio crítico). Según Cánovas Ivorra fue este trabajo el que despertó su vocación por la Urología. Para Mollá el único tratamiento racional de los cálculos era el quirúrgico, que se reducía a dos métodos: la talla, con sus variantes hipogástrica y perineal, y la litotricia, lenta o rápida. La aplicación de estos procedimientos dependía de las condiciones del sujeto y del cálculo en todos sus aspectos así como de la experiencia de cada cirujano. Además del tratamiento quirúrgico expone otros remedios, desde los litotrípticos a la terapéutica hidrotermal, pasando por los disolventes químicos y el tratamiento electrolítico. Obtuvo también el premio extraordinario tras exponer con brillantez el tema que le tocó en suerte: “Intervenciones quirúrgicas en las lesiones del cráneo y en las afecciones del cerebro” [3].

Ese mismo año fue nombrado académico corresponsal de la Real Academia Nacional de Medicina por su memoria Juicio crítico de las tallas perineal e hipogástrica de la litrotipsia y litolapaxia [4].

En 1891 fue destinado al Hospital Militar de Valencia y al año siguiente a Filipinas, que logró eludir alegando incapacidad física. En 1892 ganó la cátedra de Patología Quirúrgica de La Habana donde permaneció durante dos años y tuvo ocasión de conocer de cerca la cirugía norteamericana. Regresó a la Península el 23 de abril de 1894 pero rechazó los destinos militares que se le ofrecieron por problemas de salud. Obtuvo la licencia absoluta el 31 de mayo de 1894 [5].

En Valencia en 1894 publicó Resumen práctico de diagnóstico y terapéutica médico-quirúrgica de las afecciones de las vías urinarias, obra con la que, según Luis Sánchez Granjel [6], se inicia una nueva fase en la literatura urológica española. Trata este texto de ser un compendio con los principios fundamentales de diagnóstico y tratamiento. Según Aguilar Bultó el contenido muestra la excelente formación de Mollá en ciencias básicas, sus buenos conocimientos teóricos y prácticos sobre la materia expuesta, su experiencia así como su dominio de los conocimientos expuestos en las publicaciones más recientes [7].

En 1895 ganó por traslado la cátedra de Clínica Quirúrgica de la Universidad de Granada. Después de una breve estancia en la de Zaragoza, la permutó en 1896 por la de Anatomía descriptiva de la Universidad de Valencia. Por concurso pasó en 1901 a la de Anatomía topográfica de la misma Universidad y, por acumulación, en 1906, a la de Clínica Quirúrgica y Operaciones tras fallecer su titular Pascual Garín Salvador [8].

En 1903 se celebró en Madrid el XIV Congreso internacional de Medicina en el que Mollá fue elegido presidente de honor de la sección de Urología [9]. En el mismo presentó una ponencia conjunta con el célebre urólogo Joaquín Albarran Domínguez (1860-1912), “Resultats éloignés de l’intervention chirurgicale dans les tumeurs malignes du rein” y la comunicación “Quiste hidatídico del riñón”.

En Valencia consiguió cadáveres para la enseñanza práctica y publicó la Memoria de los trabajos realizados durante el curso de 1906 a 1907 en la Cátedra de Anatomía Topográfica y Operaciones (1907). En colaboración con Vicente Arau creó en 1902 el Instituto Operatorio Santa Rosa, dedicado a la cirugía general y genito-urinaria. El diario Las Provincias recogía así la noticia [10]:

«Valencia cuenta con un nuevo centro de curación, digno, por su importancia, de figurar entre los mejores de su clase… / … En magnífico edificio, rodeado de jardines, bien orientado, con aire puro y con hermosas vistas, acaba de inaugurar una casa de curación el catedrático de la Facultad de Medicina, doctor D. Rafael Mollá, dedicada al tratamiento de las enfermedades de la cirugía general, y especialmente al de las vías urinarias… / … El crédito del Dr. Mollá de un lado, y de otro la excelente y bien estudiada distribución del espacioso edificio, han de hacer de esta clínica una de las que en plazo breve alcancen mayor predilección de los enfermos, mucho más por cuanto en ella han de encontrar cuidados y comodidades que han de hacerles más sobrellevaderas sus dolencias… / … La nueva casa de curación está emplazada en la calle de Albacar, junto al Camino del Grao, a 20 pasos de las líneas de los tranvías de la Valenciana y de la General, y esta es otra ventaja digna de ser tomada en cuenta, porque facilita la comunicación con el casco de la capital… / … El Dr. Mollá conmemora la inauguración de su clínica con la publicación de un interesante folleto, esmeradamente impreso, dando cuenta del nuevo edificio y disposiciones para el régimen interior, tanto en las operaciones como en la asistencia facultativa, y sobre ello llamamos la atención de los interesados, seguros de que habrán de agradecernos la indicación…».

Siguiendo el ejemplo de Manuel Candela [11], catedrático de Obstetricia y Ginecología, difundió la casuística clínica de este centro en la Revista del Instituto Operatorio de Valencia. También fundó la Revista de Cirugía operatoria y genitourinaria en 1903 [12 ]que pervivió durante tres años. Luchó con los escolares de Valencia para obtener de la Diputación la instalación de una clínica de operaciones para la Facultad que había sido suprimida desde hacía años [13]. En 1903 fue nombrado candidato de la Unión Republicana para la elección de concejales por el distrito Teatro [14]. Salió elegido junto con José Sanchis Bergón que se presentaba como canalejista [15]. En 1904 estuvo afectado por un “ántrax” del que fue operado por su colega Enrique López Sancho [16].

Mollá también impartió cursos libres de Urología entre 1898 y 1900. Entre sus discípulos se pueden mencionar José Izquierdo Sánchez, Juan Romeu Cualladó, Ángel Sánchez de Val y Fulgencio Cano Soria, entre otros [17]. Fue vocal de la Junta Provincial de Sanidad en 1906 y 1910 [18].

En Valencia Mollá perteneció, como muchos médicos y farmacéuticos de la época, al Instituto Médico Valenciano. En 1898 fue el encargado de impartir el discurso del acto conmemorativo de su fundación. Habló del tema “Juicio crítico sobre la terapéutica quirúrgica de la hipertrofia prostática”. Clasificó en tres grupos todas las intervenciones practicadas durante los últimos tres años para tratar la mencionada dolencia. Se refirió asimismo a los trabajos experimentales y clínicos que había realizado sobre el tema. En 1900, en la misma institución habló sobre “Cáncer y artritismo”. Señaló que la lesión anatómica fundamental del artritismo en las edades avanzadas era la arteriosclerosis, mientras que en los primeros periodos de la vida las lesiones no pasaban de trastornos congestivos de índole vasomotora. De la arteriosclerosis a la lesión de tipo trófico, y de ésta a la pérdida de sustancia tegumentaria —dijo—, no había más que gradaciones, muchas veces insensibles [19].

Ingresó como académico de número en la Real Academia de Medicina de Valencia el 10 de mayo de 1903 con el discurso "Patogenia y tratamiento de las litiasis ácidas renales", que contestó el catedrático de Terapéutica y Materia médica Vicente Peset Cervera [20]. También fue el encargado de pronunciar el discurso inaugural en 1910 con el tema "Diferenciación de los sedimentos organizados y su valor diagnóstico".

El día 28 de abril de 1904 Mollá Rodrigo habló en el Instituto Médico Valenciano del “Diagnóstico de las afecciones unilaterales del riñón” donde presentó la técnica, los peligros y las indicaciones del cateterismo. Exhibió varios instrumentos al público asistente que se utilizaban con tal fin [21].

Los días 21 y 30 de abril de 1907 Rafael Mollá expuso en el mismo foro el tema de “La anatomía de la próstata y la extirpación total de este órgano” [22]. Dijo que desde que en 1900 se había realizado en Francia la primera extirpación de este órgano, el tema era objeto de atención en los congresos y en las revistas profesionales. Frente a las descripciones anatómicas clásicas de la próstata utilizó la que estaba más en boga después de que Freyer extirpara en 1901 una próstata hipertrofiada: «1º.– Que la próstata no es un órgano único, sino doble, compuesto por dos glándulas arracimadas situadas a los lados de la uretra posterior... 2º.– Que tanto en estado normal como en el de hipertrofia de este órgano, no es íntima la adherencia entre las glándulas prostáticas y la uretra, vejiga y conductos eyaculadores. 3º.– Que la próstata posee una cápsula propia con independencia de la llamada caja o cápsula prostática, constituida, como se sabe, por las aponeurosis del periné profundo». Insistió en esta dualidad porque constituía la base reglada de la cirugía radical del órgano. Señaló que la tendencia entonces era considerar el proceso hipertrófico como una neoplasia benigna, un fibroadenoma susceptible de extirpación y hasta fácilmente extirpable. La segunda sesión la dedicó Mollá a describir la técnica. Se podía extirpar vía perineal o por vía hipogástrica, previa apertura de la vejiga. La primera estaba indicada en casos de vejiga séptica con desarrollo rectal; la segunda, en los de próstata con crecimiento hacia la vejiga y septicidad de este reservorio.

En diciembre de 1910, como era habitual en el Instituto Médico Valenciano, se procedió a la renovación de la mitad de la Junta directiva. Fueron elegidos Rafael Mollá Rodrigo como presidente, Ramón Vila Barberá como secretario de actas, Francisco Torrens Roig como tesorero, Adolfo Batllés como presidente de la Sección de Medicina, Agustín Trigo como presidente de la Sección de Farmacia, Ramiro Ruíz como vicesecretario general, Manuel Portaceli como vicecontador, y Mariano Pérez Feliu como vicebibliotecario [23]. Mollá fue elegido presidente, pero dimitió antes de tomar posesión porque se había presentado a la cátedra de Patología y Clínica Quirúrgica que en Madrid había dejado vacante Alejandro San Martín por fallecimiento. Se declaró desierta por empate con Goyanes Capdevila, pero le fue adjudicada en 1911 por concurso de traslado [24]. En Valencia lo sustituyó Pedro Tamarit Olmos (1879-1936).

En los primeros años del siglo XX en Madrid hubo tres cátedras de Patología Quirúrgica. La primera es la que desempeñó Rafael Mollá Rodrigo desde 1911. La segunda fue ocupada por León Cardenal y Pujal desde 1913. Finalmente, la tercera, lo fue por Laureano Olivares Sexmilo. Cuando falleció Mollá se solicitó amortizar su cátedra porque consideraban que tres cátedras de Patología Quirúrgica era excesivo. De esta manera su enseñanza se acumuló a la de León Cardenal hasta 1936 [25].

En 1911 Mollá inició su curso de Patología quirúrgica en Madrid en el que, por supuesto, los temas urológicos cobraron especial importancia. Ese mismo año se creó la Asociación Española de Urología. En el segundo congreso de la misma, celebrado en mayo de 1912, fue nombrado vicepresidente, y en el tercero, que tuvo lugar en 1914, presidente.

En la capital tuvo un sanatorio de urología en Chamartín donde llegó a dar clases de la especialidad. Así lo describe la redacción de la Revista Valenciana de Ciencias Médicas:

«El ilustre Catedrático de Cirugía de la Facultad de Medicina ha inaugurado en la tarde del día 15 del corriente un Sanatorio destinado a la práctica de operaciones en enfermos de cirugía general y especialmente de vías urinarias.

Ha elegido un edificio de aspecto muy grato por su estilo arquitectónico, y de excelentes condiciones para el objeto que se destina. Situado, por otra parte, en punto lo más higiénico de Madrid, en las alturas de la carretera de Chamartín, detrás del Hipódromo, responde en absoluto a los fines para que se le destina... /... La instalación nada tiene que desear; amplias habitaciones de primera, segunda y tercera clase, muy bien amuebladas y ventiladas; sala de operaciones, con una gran mesa modelo Schaeder, de Berna, último modelo, dechado de perfección, con sala de reconocimientos, admirablemente montada; la sala de esterilización con elegantes autoclaves y estufas de antisepsia de lo más aceptable; todo, en fin, adecuado a los fines del Sanatorio, hacen suponer una aceptación decidida por parte de los enfermos que necesiten de sus servicios. No podemos decir: se ha inaugurado un Sanatorio más; éste es un Sanatorio modelo, y como tal le aceptamos con agrado, porque es una garantía para los médicos que necesiten recomendar asilos de esta clase y por sus condiciones higiénicas y de servicios terapéuticos… Ha de ayudarle el notable cirujano del Hospital de la Princesa Dr. Slocker, también muy perito y de renombre justamente adquirido como cirujano»[26].

Clínica de Rafael Mollá en Madrid

El ministro de Marina y colega, Amalio Gimeno Cabañas, en la inauguración de la Clínica de Mollá en Madrid.

Ese mismo año (1911) fue delegado del Ministerio de Instrucción Pública en el II Congreso organizado por la Asociación Internacional de Urología que se celebró en Londres [27].

Como se ha dicho en 1912 se celebró el Congreso de la Asociación Española de Urología. Mollá, aparte de ser elegido vicepresidente, presentó el tema “Cirugía conservadora del testículo”. Institucionalizó las sesiones científicas que se celebraron con regularidad hasta la guerra civil. En las mismas se presentaban a discusión casos clínicos. En 1914 fundó también la Revista Clínica de Urología y Cirugía Génito-urinaria que recogía los mejores trabajos nacionales sobre el tema. Su publicación se interrumpió dos años después.

En el año 1913 publicó Lecciones clínicas de Urología de la que se hizo una segunda edición ampliada en 1921 [28]. Está dividido en dos partes. En la primera se ocupa de las generalidades: de la Urología y su enseñanza y de la Urología como especialidad; necesidad de formular un diagnóstico adecuado y oportuno y evitar errores; a los métodos diagnósticos, desde la anamnesis a la exploración visual e instrumental; el uso de sondas, bujías y endoscopios; exploración mediante cateterismos y endoscopias; alteraciones patológicas de las orinas; antisepsia, asepsia y hemostasia; finalmente, la terapéutica general de las infecciones urinarias.

La segunda parte está dedicada a exponer de forma amplia los conocimientos específicos: patología uretral, patología de la próstata, enfermedades vesicales y patología renal.

En 1921 se hizo una segunda edición en dos volúmenes con el título Lecciones clínicas de Urología y Cirugía genitourinaria. Es una versión mucho más ampliada que sigue el mismo esquema expositivo. Incluye, por ejemplo, un apartado dedicado a la patología del aparato reproductor masculino.

El día 21 de febrero del año 1915 ingresó en la Academia Nacional de Medicina con el discurso “Evolución histórica de la cirugía de la vejiga y su estado actual” [29]. Le contestó Antonio María Cospedal Tomé. Fue adscrito a la Sección de Anatomía, pero tiempo después, y a petición propia, pasó a la de Cirugía para cubrir la vacante del Conde de San Diego.

En 1918 fue designado director médico de la misión médica española al frente francés para el estudio de la Cirugía de guerra. Sus impresiones al respecto las publicó en la revista Policlínica (noviembre-diciembre de 1918). La prensa de la época hablaba así de este viaje:

«El ilustre doctor don Rafael Mollá ha regresado de Francia satisfechísimo de las atenciones recibidas en su viaje de estudio al frente de un grupo de Licenciados procedentes de las diferentes Facultades de Medicina de España, con el que ha visitado hospitales, ambulancias, y otros establecimientos sanitarios para apreciar los adelantos en el instrumental y en los métodos operatorios, habiendo podido comprobar notables progresos en la técnica y en la organización»[30].

La revista España Médica publicó una entrevista a Mollá cuando regresó de Francia [31]. La iniciativa del viaje fue del Ministerio de Instrucción pública y el claustro de la Facultad de Medicina de Madrid eligió a Mollá para dirigirlo y planificarlo. El grupo visitó Vichy, Lyon, París y Burdeos. En la primera ciudad estuvieron tanto en el hospital civil como en el militar, donde se hacía cirugía de guerra. Destaca su gran instalación de Fisioterapia. Fueron también a un importante centro de cirugía maxilofacial que dirigía Lemaire y al Hospital americano que se encontraba instalado en el Hotel Carlton.  En Lyon visitaron tres hospitales militares: el de Dechenettes, la Charité y el Hôtel-Dieu, donde destacaba su cirugía ósea. Asimismo estuvieron en el clínica odontológica de la Escuela de médicos militares. Según Mollá lo más interesante fue el conjunto de talleres para la reeducación funcional de inútiles totales de guerra, en los que los afectados podían aprender oficios para reintegrarse en la sociedad. Tampoco podía faltar una visita a la Facultad de Medicina y al Museo anatomoclínico adjunto.

En París estuvieron en los hospitales militarizados, en el servicio de Urología dirigido por Legüeu, en el Hospital español a cargo del catalán Desardá donde les dedicaron dos sesiones operatorias sobre extracción de proyectiles. Destaca la visita que hicieron al Hospital Rotschild que también fue militarizado y del que Mollá opina que era ejemplo de modernidad. No pudo faltar el Instituto Pasteur que entonces dirigía Roux. Dos días les ocupó Val de Graçe, especializado en todo lo relacionado con la medicina de guerra.

El equipo español visitó varios hospitales del frente, uno de cada tipo: de triaje o clasificación, otro permanente, el de Carrel (tratamiento exclusivo de las heridas de guerra con el líquido de Daquin-Carrel), para quemados, para colonos (agrupados según religión y costumbres) y el Hospital canadiense como ejemplo de organización militar sanitaria con todo tipo de adelantos. Tuvieron la oportunidad de conocer a Alexis Carrel, quien les dedicó una conferencia.

En 1923 prologó la edición del clásico español de urología de Francisco Díaz con el título El Dr. Francisco Díaz con estudio preliminar del autor y sus obras. Primero se ocupa de la vida y de la obra de Díaz y se centra después en el análisis del Compendio de Cirugía (1575) y, sobre todo, del Tratado de todas las enfermedades de los riñones, vejiga, carnosidades de la verga y urina (1588).

En enero de 1925 Mollá viajó a Valencia porque su pueblo natal le ofreció un homenaje. Aprovechó para impartir conferencias y reunirse con sus colegas de promoción y sus amigos. El día 15 dio una conferencia en el Instituto Médico Valenciano sobre los “Factores del pronóstico operatorio en las prostatectomías”. Señaló que se trataba de una excelente operación siempre que estuviera bien indicada y bien practicada. Después de referirse a la hipertrofia de próstata, reunió en ocho grupos los factores que influían o determinaban el pronóstico de las prostatectomías: 1º.– La preparación que exige todo enfermo que debe someterse a la intervención. 2º.– El estado general del enfermo. 3º.– El estado del aparato urinario. 4º.– La edad. 5º.– La anestesia que requieren en relación con una serie de circunstancias. 6º.– La puntualización del diagnóstico y la resolución previa de todos los problemas de aspecto anatómico que lo aclaren de una forma terminante. 7º.– La técnica operatoria empleada. 8º.– El tratamiento postoperatorio. Expuso con más detenimiento cada uno de estos puntos, especialmente el que hace referencia a la anatomía patológica y a las formas anatómicas, a la técnica operatoria y al postoperatorio [32]. El día 18 el Instituto le ofreció a Mollá un banquete en el Ideal Room.

En el Ateneo Científico impartió la conferencia “La isla de Cuba bajo el punto de vista médico-docente y sanitario”. Acababa de asistir a un Congreso médico que se había celebrado en la isla en representación del gobierno español. Se refirió a los progresos y adelantos de Cuba en materia sanitaria y enseñanza médica. Dijo que los autores médicos de los Estados Unidos y de Francia ejercían ahora allí su influencia además de los españoles. La cifra de estudiantes era similar a la de Madrid; unos 500 en los primeros cursos y 200 en los últimos. Describió también los hospitales de la Habana deteniéndose de forma especial en el Clínico. Se ocupó asimismo del Dispensario Antituberculoso y de los Institutos benéficos pertenecientes a las grandes sociedades españolas, como las casas de Salud de los Centros Asturiano, Gallego, Balear y del Centro de Dependientes. En lo que a higiene se refiere habló de que gracias a la vigilancia no tenían casos de viruela y ninguno de fiebre amarilla desde 1907. Calificó de modélicas las instituciones sobre Higiene infantil y Maternidad dependientes de la Dirección de Sanidad y Beneficencia y del Ministerio de Sanidad [33].
El día 16 de enero Vinalesa, pueblo natal de Mollá, le rindió homenaje como se ha dicho y le rotuló una de sus calles. En la Casa Consistorial se reunieron a las cuatro de la tarde los miembros de la Corporación, el homenajeado y los amigos que habían acudido de Valencia. Habló Manuel Montesinos, del Colegio de Médicos, y Juan Bartual en nombre de la Universidad. El alcalde, Francisco Ros, descubrió la lápida conmemorativa e hizo un discurso al que siguieron unas palabras del párroco. Finalmente Mollá habló para agradecer el homenaje [34].

Mollá publicó muchos trabajos en la Revista de Sanidad Militar, La Crónica Médica, Policlínica, Revista Valenciana de Ciencias Médicas, Revista de Higiene y Tuberculosis, Anales de la Real Academia de Medicina, Journal d'Urologie, Los Progresos de la Clínica, y El Siglo Médico, entre otras. Colaboró en la Revista Española de Urología y Dermatología. También fue nombrado miembro del Consejo de Instrucción Pública.
Falleció en Madrid en 7 de marzo de 1930 a la edad de 68 años. La Asociación Española de Urología lo nombró en 1945 presidente honorario y la Fundación para la Investigación en Urología asignó su nombre al premio de Investigación Clínica en Urología que se instauró en 1996 [35]. Fue miembro de la Asociación Internacional de Urología y de la Asociación Francesa de Urología. Le fue concedida también la Cruz blanca del mérito militar por motivos profesionales.

José L. Fresquet Febrer, Universitat de València. Diciembre de 2016.

 

Bibliografía

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– Cánovas Ivorra, J.A. et al (2005a). La tuberculosis genitourinaria en la obra urológica del profesor Rafel Mollá Rodrigo (1862-1930). Análisis documental histórico de su obra. Arch. Esp. Urol., 58(3): 195-198.
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– Sedisal (1930). El Dr. Mollá y Rodrigo, sesión necrológica. El Siglo Médico, vol. 85: 283.

 

Notas

[1]. Cánovas Ivorra, J.A. (2005a), p. 266; El Dr. D. Rafael Mollá y Rodrigo (1918); Pérez
Albacete, M. (2002a), p. 342.
[2]. Cánovas Ivorra, J.A. (2005a), p. 267.
[3]. Cánovas Ivorra, J.A. (2005a), p. 266; El Dr. D. Rafael Mollá y Rodrigo (1918); Pérez Albacete, M. (2002a), p. 342.
[4]. Mollá y Rodrigo, Rafael (2862-1930). Biblioteca Complutense
[5]. Pérez Albacete, M. (2002a), p. 342; Díaz-Rubio, M. (2003), pp. 118-119.
[6]. Sánchez Granjel, L (1986), p. 199.
[7]. Aguilar Bultó, F. (1965); Casanova Ivorra, J.A. (2005), p. 269.
[8]. Cánovas Ivorra, J.A. (2005a), pp. 266-276; Maganto Pavón, E. y Pérez Albacete, M. (2002), pp. 342
[9]. Congreso médico internacional. Las Provincias, 25 de abril de 1903, p. 1.
[10]. Valencia. Las Provincias, 3 de julio de 1901, p. 2.
[11]. Candela creó el Instituto Ginecológico cuya actividad reflejó en los Anales del Instituto Candela. Véase Fresquet Febrer, J.L. (2014).
[12]. En Las Provincias del 3 de febrero de 1903, p. 2, se puede leer: “hemos recibido el número primero de la Revista…, cuyo director-propietario es el doctor D. Rafael Mollá, catedrático de esta Facultad de Medicina. Esta revista aparecerá trimestralmente en cuadernos de 32 páginas. Publicará trabajos originales, notas clínicas y de laboratorio, revistas de sociedades científicas y extractos de la prensa profesional, nacional y extranjera sobre temas de cirugía general, urinaria y ginecológica…”
[13]. Las Provincias, 14 de diciembre de 1902, p. 2.
[14]. Las Provincias, 29 de septiembre de 1903, p. 1.
[15]. Las Provincias, 9 de noviembre de 1903, p. 2.
[16]. Las Provincias, 21 de marzo de 1904, p. 2.
[17]. Cánovas Ivorra, J.A. (2005a), p. 269; Pérez Albacete, M. (2002), p. 340.
[18]. El Dr. D. Rafael Mollá y Rodrigo (1918), p. 316.
[19]. Instituto Médico Valenciano (1901). Revista Valenciana de Ciencias Médicas, vol. 3, pp. 74-76. Véase también Olmos, M. (1901). Reseña histórica del Instituto Médico Valenciano correspondiente al año social de 1900 a 1901... En: Sesión pública aniversario sexagésimo primero de la fundación del Instituto Médico Valenciano celebreda el día 31 de marzo de 1901. Valencia, Manuel Alufre, pp. 3-9.
[20]. Discursos de recepción e ingreso Real Academia de Medicina y Ciencias afines de la Comunidad Valenciana. Disponible en http://www.ramcv.com/22-discursos.html Consultada 10/12/2016.
[21]. Las Provincias, 30 de abril de 1904, p. 2.
[22]. La anatomía de la próstata y la extirpación total de ese órgano. Conferencias dadas en el Instituto Médico Valenciano, los días 21 y 30 de abril, por el Dr. D. Rafael Mollá (1907). La Cronica Médica, vol.19, pp. 277-279.
[23]. Acta de la Junta general extraordinaria del 7 de diciembre de 1910.
[24]. Pérez Albacete, M. (2002a), p. 344; Cánovas Ivorra, J.A. (2005), p. 267.
[25]. Pérez Peña, F. (2005). p. 141.
[26]. Revista Valenciana de Ciencias Médicas, vol. 15, p. 240.
[27]. Cánovas Ivorra, J.A. (2005a), p. 271.
[28]. Publicado en Madrid por Imp. y Lib. Médica Casa Vidal, 1913.
[29]. Fue designado electo en sesión de 26 de junio de 1913 en la vacante producida por fallecimiento del ilustre D. Julián Calleja.
[30]. Noticias. El Globo, 17 de septiembre de 1918, p. 2.
[31]. Aceña, M. (1918).
[32]. Boletín del Instituto Médico Valenciano, vol. 6, nº 51, pp. 2-10.
[33]. El doctor Mollá en el Ateneo Científico. Las Provincias, 18 de enero de 1925, p. 4
[34]. Las Provincias, 18 de enero de 1925, p. 4 y El doctor Mollá, en Valencia. El homenaje del pueblo de Vinalesa.Las Provincias, 15 de enero de 1925, p 5.
[35]. Cánovas Ivorra, J.A. (2005a), pp. 266-276